Pegida Blues

Me gustaría saber el alemán suficiente para mandarle esta carta tal como está escrita, con sus quiebros y requiebros en mi lengua natal al manifestante medio de Pegida. Mis profes de alemán siempre me dicen que tengo una manera de expresarme particular, casi poética… y faltas de ortografía que no comete ni un niño de diez años. Llegué tarde a esta lengua, que por otra parte siempre me ha encantado. Y por eso muchas veces alguna gente se piensa que mi falta de ortografía es falta de cultura. O falta de esfuerzo. O falta de integración. Y no es verdad. Amo este país, amo esta cultura con el amor de los niños adoptados que saben desde el principio que lo son y han aceptado plenamente a la familia que les acoge y la aman por eso, porque han sido acogidos y amados en ella como uno más desde el principio.
Por eso me duelen los movimientos como Pegida, porque me dejan una herida en el alma. Porque creo que se aprovechan de que conmigo juegan con ventaja: no les apoyo, no les comprendo, pero como decía Voltaire, sería capaz de dar mi vida porque expresen sus ideas libremente. Pero es que su idea es aniquilar lo distinto. No me engañan con eso de la “islamización” de Alemania. Basta con viajar un poco para darse cuenta de que la Aldeíta es uno de los rincones menos islamizados de este país. Me da en la nariz que por ahí es por donde se empieza y como dijo el pastor Niemöller en aquel sermón de Semana Santa que creo que tendría que leerse como parte del currículo en todas las escuelas, si no hablo ahora cuando vengan a por mí será demasiado tarde.
No creo que la mayoría de las personas que se manifiestan los lunes en la Aldeíta de verdad hayan considerado el puchero de m… que están removiendo. Creo que la media son ciudadanos con miedo. Miedo porque cuando no se conoce lo diferente todo son estereotipos.
El miedo es libre, es también muchas veces irracional y me parece un sentimiento humano expresarlo. Pero el problema amigos, es que estáis caminando entre bestias. Y vosotros a lo mejor no váis a hacer nada, ni se os ocurriría implicaros en la violencia. Pero las bestias se sienten apoyadas por la masa. ¿Cuánto tiempo creéis que va a pasar antes de que la cosa estalle? ¿Antes de que uno de esos bestias beba una copa de más y se sienta apoyado por 15.000 personas para partirle la cabeza a alguien? ¿O para que algún extranjero se sienta amenazado y responda con violencia desproporcionada a toda esta locura? Yo también tengo miedo y a lo mejor soy culpable por callármelo, por no salir a la calle y contaros ese miedo que las personas de buena voluntad tenemos…
Hace un par de meses mataron a una estudiante de un golpe en la cabeza por haber mostrado coraje civil y haberse opuesto a un matón que estaba molestando a unas crías. En su momento no hablé del tema porque en ciertos casos me parece que los temas “de actualidad” hay que dejarlos reposar antes de tocarlos. Pero ahora me viene a la cabeza porque Tugce era una de estas personas islámicas que parece que van a estropear vuestro bonito país. Era de origen turco y su familia es de religión islámica. Y a pesar de ello, sacó pecho, dió la cara y acabaron con su vida por ello.

En mi mundo no hay diferencia por razas, no ha diferencias religiosas, ni de nacimiento, ni de color… en mi mundo hay personas. Y si tuviera que hacer una única división entre ellas, sería entre las personas que procuran hacer lo mejor para todos en su entorno y las que no. Si la Alemania del futuro está entre lo que representa Tugce y lo que representáis vosotros, tengo muy claro que es lo que prefiero para mí y para mis hijos.

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